Created by Lina Ramirez / enero, 2024
No todas las evaluaciones en línea son iguales. Algunas ofrecen resultados confiables con perspicacias valiosas, mientras que otras generan resultados no confiables que deben evitarse. Asegurar la producción de resultados confiables debe ser la prioridad principal en todos los procesos de evaluación. Cuando los resultados obtenidos carecen de confiabilidad, se vuelve imposible tomar decisiones informadas sobre individuos. En consecuencia, todo el tiempo, esfuerzo y recursos invertidos se desperdician, y las decisiones erróneas pueden tener consecuencias negativas duraderas para todas las partes involucradas.
Las evaluaciones en línea poseen una naturaleza dual. Tienen un poder y eficiencia significativos para recopilar información valiosa sobre individuos, ofreciendo perspicacias sobre sus fortalezas, debilidades y orientaciones de manera altamente efectiva, objetiva y precisa. Sin embargo, cuando no logran ofrecer resultados confiables, pueden precipitar decisiones mal aconsejadas con consecuencias duraderas e irreversibles. Esta naturaleza dual subraya la importancia crítica de implementar meticulosamente el proceso de evaluación, desde la creación reflexiva de pruebas y exámenes hasta la protección de su integridad durante la entrega.
Cuando se utilizan los resultados de exámenes o pruebas para la toma de decisiones, como la selección y colocación de individuos, es crucial garantizar la confiabilidad de los resultados. Hay dos pilares fundamentales para lograr resultados confiables en un examen o prueba en línea.
Primero, el examen debe estar adecuadamente estructurado, equilibrado y medir diversos aspectos, incorporando un algoritmo de puntuación justo.
Segundo, los evaluados no deben tener conocimiento previo de las preguntas del examen, y el fraude no debe ser accesible durante la administración del examen.
Solo cuando se entrega una evaluación bien diseñada y se protege su integridad, los resultados pueden ser confiables y proporcionar perspicacias valiosas.
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A pesar de los considerables esfuerzos y tiempo invertidos, muchas organizaciones aún luchan por obtener resultados confiables de sus evaluaciones en línea, lo que conduce al desperdicio de recursos y toma de decisiones inexactas sobre individuos, lo que puede tener consecuencias negativas significativas para todas las partes involucradas.
Las evaluaciones en línea a menudo generan resultados engañosos, ya sea debido al fraude o porque no están estructuradas adecuadamente para proporcionar mediciones precisas y perspicacias valiosas sobre los individuos.
Numerosas prácticas organizativas ineficaces no logran disuadir los intentos de fraude:
Cuando la integridad de una evaluación se ve comprometida, algunos evaluados, independientemente de su historial, pueden recurrir al fraude debido a la facilidad de acceso a métodos de trampa. Cuando una parte de los participantes hace trampa mientras otros no lo hacen, la organización obtiene resultados poco confiables, especialmente cuando el propósito de la evaluación es seleccionar o ubicar a individuos según su rendimiento.
Cuando un examen consiste en las mismas preguntas, y los evaluados tienen la oportunidad de tomar el mismo examen en diferentes ocasiones o fechas, algunos individuos pueden obtener conocimiento previo tanto de las preguntas como de sus respuestas, lo que les permite obtener altas calificaciones con facilidad.
Las organizaciones siempre deben estar al tanto de que algunos evaluados pueden colaborar con otros, y las preguntas del examen pueden ser compartidas o publicadas en línea, lo que permite que muchos evaluados conozcan las preguntas de antemano, pudiendo hacer que los esfuerzos de evaluación sean inútiles.
Numerosas organizaciones implementan medidas anti-fraude, pero su efectividad a menudo es insuficiente. Un enfoque prevalente implica utilizar la cámara web del evaluado para tomar fotos en intervalos, que, aunque es una medida razonable, resulta más efectiva cuando se combina con otras salvaguardias anti-fraude. Por ejemplo, bloquear el dispositivo y grabar la pantalla durante la evaluación asegura una mayor integridad. Esto es crucial porque incluso cuando un evaluado parece estar solo frente a la cámara web, aún podría participar en comunicación a través del dispositivo o buscar respuestas en recursos externos y motores de búsqueda, socavando la integridad de la evaluación.
Cuando los exámenes no están estructurados de acuerdo con las mejores prácticas, sus resultados carecen de perspicacias valiosas, lo que resulta en toma de decisiones inexacta.
Algunos exámenes están diseñados para proporcionar solo una puntuación general para todo el examen, sin desglose de detalles. Confiar únicamente en una sola puntuación puede no ofrecer una imagen completa, ya que no logra señalar las fortalezas y debilidades de los individuos en una variedad de habilidades.
Cuando un examen está diseñado para evaluar múltiples aspectos de los individuos, se deben aplicar controles de tiempo a cada aspecto para garantizar que los individuos asignen su tiempo adecuadamente a cada área. No aplicar controles de tiempo basados en dimensiones puede llevar a resultados engañosos, donde un individuo puede parecer significativamente mejor en algunas áreas y mucho peor en otras debido a una asignación desigual de tiempo.
Algunos exámenes emplean la aleatorización de preguntas seleccionándolas de un gran banco de preguntas, pero el motor del examen puede no garantizar una prueba equilibrada y equitativa para todos los evaluados. El examen podría contener diferentes cantidades de preguntas en diferentes materias y niveles de dificultad, lo que resulta en una medición desigual de los individuos.